lunes, 19 de noviembre de 2012

SACRIFICIO



Silencio. 
Vestido de eterna quietud
la madera se quiebra,
su interior de líquido ardiente,
una extraña dama,  adormecida,
se desenvuelve, y comprende,
que la luz genera sombras
que la razón no entiende.










Mas la piel del lino nos devuelve
las ilusorias certezas de
existencia,
un misterio blanco y virginal
que hacemos arder
bajo la lluvia.











Es entonces, 
y sólo entonces cuando, 
imparables, la buscan,
bajo océanos de lágrimas,
sobre los cielos púrpura
del infierno.
Buscan.


Y en sus mentes carcomidas la sed de sangre se retuerce,
y de sus ajadas manos, resbalan
las húmedas perlas de la esperanza.
Sacrificio, vacío,
a la nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario