sábado, 9 de marzo de 2013

LLUEVE


















Esta tarde llueve, el aire denso desprende aroma a tierra mojada,
chapoteo en los charcos frente al portal donde habitan los amos de la ciudad.
Las palomas se esconden,
la tarde se quiebra y en orden
aparecen las estrellas más fuertes,
las demás ocultan su debilidad
tras nubes cenicientas, incapaces
de competir con las iracunda luz
que brota de las barriadas.

En una jaula con cinco millones de grillos sigo sin atreverme a cantar.
Las farolas cubren de halos
el gris difuminado,
los edificios escupen goterones
nostálgicos sobre las aceras,
el mundo se retuerce bajo
un paraguas de colores
que enturbia la falsa tristeza
que alimento.

Con la espalda mojada apoyada en la piedra mojada de un bloque calcado,
en ese entorno, espero el milagro de la comunicación.

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