lunes, 27 de mayo de 2013

Umbría


Un quebranto...

La bóveda susurra esencias a contraluz,
minúscula brisa que invade las tinieblas.

Con la suavidad del rocío beso tu sexo:
alquimia, y sueño de amapolas. 

Melancolía...

Anhelo en penumbras el latir del arrabal, 
la vereda de sangre 
donde transita el ausente.

Encrucijada...

Me alzo como el centinela del ámbar 
frente al mausoleo del alba.

...azules manos de
lejano aguacero, eléctricas caricias...

Busco en el aljibe dorado
el reflejo vaporoso del vacío:
la esencia de lo efímero.

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