jueves, 10 de octubre de 2013

Trasnochando

Las voces dormitan, cansadas, secretos en la noche, apenas con la fuerza de un jadeo.

La televisión es una ventana tóxica que irradia fogonazos de luz enferma,
me hace compañía…

Sentado en mi prisión-chaiselongue de tres posturas ----->(fútbol, deprimido, ausente)
me asedian los cuerpos vacíos de latas de cerveza, 
debo tener los ojos como una puesta de sol en Marte.

Apenas siento mi cuerpo
pero soy consciente del sereno fluir de la sangre por mis arterias. 
Cierro los párpados de acero, 
respiro. 

La televisión prorroga sus emisiones sin sentido, 
resuelvo apagarla para centrarme en el autoconocimiento 
y el estudio de la mecánica celeste.

2 comentarios:

  1. la desidia, nunca mejor descrita, la soledad y sus
    delirios... pero a veces no hay nada como entregarse a ella

    besos

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    1. Es verdad, de vez en cuando un par de noches así te devuelven a la realidad...
      Gracias por tus palabras Sandra.

      Besos.

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