Cuando escuchar tu nombre se vuelve necesario
y es la voz del amo quien da instrucciones,
cuando de lamer víboras
la lengua mutó en tubérculo,
cuando se hacen eternos los días
y las noches se prostituyen con opiáceos,
cuando sentir pesa,
cuando ser requiere un esfuerzo sobrehumano,
cuando la luz es oscura y fría,
cuando no se reconocen los rostros,
cuando respiran los mirlos dormidos CO2
y perfume de malayerba,
cuando los cuandos se agotan y escuecen los ojos,
cuando la ventana es el plasma ajado
de un televisor sin antena,
cuando leo mis poemas y bebo tu sangre,
cuando los poros de la piel chillan en coro,
entonces,
es cuando escribo.
cuando escribes así, es cuando más me gustas.
ResponderEliminarese lado oscuro ilumina mis neuronas.
un abrazo
Gracias por tus palabras Sandra, como en tu blog es poematerapia :)
ResponderEliminarUn abrazo.