en las calles ríos de sangre envasada,
los cielos de cuervos y murciélagos...
...las almas transparentes a contraluz
desgastan el fino albor de la penumbra,
desgastan el fino albor de la penumbra,
el ocaso se extiende de fuera hacia adentro,
penetración brutal
de las sombras
en la rutina viral,
en la consciencia.
La radio desnuda en sus emisiones
la escasa sensibilidad del ser humano,
ondas/acordes que templan la resistencia.
Llama la noche,
sus gritos huelen a vodka,
rasgan sus llantos de luna
los cristales empañados de mi habitación,
donde dibujo tu cuerpo esquemático
y mis esperanzas patéticas.
Llévame lejos noche,
a cubrir de reflejos
los oscuros rincones del barrio,
guíame por el páramo de astracán
hacia el lodo negro de la locura,
sé mi aliada,
mi espejo,
mi hada,
respírame vida,
refracta
en el espejo pulido de las estrellas
la razón que me condujo
a mudar en precipicio.
hacia el lodo negro de la locura,
sé mi aliada,
mi espejo,
mi hada,
respírame vida,
refracta
en el espejo pulido de las estrellas
la razón que me condujo
a mudar en precipicio.
La radio desnuda en sus emisiones
ResponderEliminarla escasa sensibilidad del ser humano,
ondas/acordes que templan la resistencia.
y cada vez menos sensibilidad, sólo la noche es capaz de apaciguar tanto cansancio, a veces tambiñen el amor.
Genial este poema, un abrazo
Gracias Sandra, la noche es como un descanso, un momento sólo para ti, lástima que necesitemos dormir :) .
ResponderEliminarUn abrazo.
Perfecta comunión entre poema y música, o fue primero ella?
ResponderEliminarUno de esos poemas tuyos que estremecen, abrazos I., Luna.-
Las letras de Bunbury, sobretodo del Bunbury de Héroes siempre ma han parecido de lo más sugerentes.
ResponderEliminarGracias Luna por pasarte y comentar.
Un fuerte abrazo rumbo al otoño.