Y me angustia
el conocimiento
permanente,
proyectado
sobre la probable
linea del tiempo.
Imperceptibles
destellos crean
y destruyen
Universos
a diario.
Una mota
de polvo,
en el lugar
idóneo,
en su tiempo
exacto,
puede catalizar
el fin del mundo,
el fin del orgasmo,
o una bala
en el pecho.
Visionario y apocalíptico. Como una lluvia de una estrella
ResponderEliminarque acaba de morir.
abrazos
Gracias por tus palabras Sandra.
ResponderEliminarMe gustaba más cuando escribía sobre temas distintos, estoy monotemático perdido... ya volverán las ganas de expresar algo menos deprimente :)
Tu comentario es precioso.
Un abrazo.