viernes, 25 de noviembre de 2011

CONTAMINACIÓN

Pertenezco a una ciudad que suspira
cuando llueve, que exhala y se limpia
con la fuerza violenta del viento con
la luz de las esperadas tormentas.

En ocasiones una nube albero
como un parásito cubre las torres
una mano amputada que en sus dedos
atesora los designios de la fe.

Los pájaros se visten con polvo gris
y los árboles lloran su tristeza
las luces crean halos en la noche
ocultando el latir de las estrellas
las ambulancias violan el silencio
y los perros buscamos lunas nuevas.

2 comentarios:

  1. Qué bueno, Israel.
    "Y los perros buscamos lunas nuevas".
    Me ha gustado mucho este poema urbano, las imágenes descriptivas y ese final sorprendente que cierra brillantemente.

    Un abrazo.

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  2. Gracias Ramón, me alegra mucho verte por aquí.
    Un abrazo.

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