Tropezar una y otra vez,
elegir el camino equivocado,
la sinuosa senda
que se cobija, bajo
los pétreos esqueletos,
de árboles deshojados. océanos de vacío-luna-noches en blanco
Relamerse con el sabor
del barro
en las comisuras
de los labios,
sentir el aire frío
y húmedo
de la mañana,
el azote violento
del aguacero,
volverse invierno, -sentirse olvido-
buscar nostalgias
por los rincones,
escudriñar los astros,
gritar al cielo tu nombre,
y recoger entre la espuma -duendes del polvo de la memoria-
los pedazos
que el mar devuelva.
El mar insiste, como el ser humano que tropieza una y otra vez, a pesar de lo tormentoso del camino. Un abrazo, Luna.-
ResponderEliminarGracias por tu paso Luna, es una alegría verte por aquí. Y sí, es cierto que tropezamos una y otra vez con la misma piedra, hasta que la erosionamos y tenemos que buscarnos otra con la que tropezar. C'est la vie.
ResponderEliminarUn abrazo.