Adicto al saboteo,
ojos cerrados,
busco magia
que garabatear en la nada.
Abro el alma....
¿Sabré ser la chispa de la vida
en una noche moribunda?
Entre espasmos
me rompo, como un espejo,
en mil esquirlas que luchan
por no ser polvo,
siempre va a ser así,
en un viaje interminable hacia
los escombros,
siempre así.
Mundo lúdico sobre suelos lúbricos
bofetones lúcidos,
y sueños azul celeste.
Me confundes,
a veces Tourette
otras Stendhal.
Cierro el alma...
Se empañan los cristales,
escribo el acto final
sobre ellos, sabiendo
lo efímero que será el instante.
No creo en las casualidades.
No, huyo del reflejo,
copias subjetivas de la realidad,
tu eres de metal pulido,
suaves lazos que me convierten
en culpable.
Mis venas son ríos sucios
que arden, tus labios destilan opio,
suma fácil de resultado injusto.
El horizonte en vertical,
la cara húmeda,
soy el escorpión
rodeado de fuego.
Me confundes,
a veces Stendhal
otras Tourette.
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