-Divagando-

El futuro desaparece,
se esfuma frente al espejo
la sensación,
-la intensa sensación-
de retar al destino
y deslizarse por la vida
cubierto de suciedad,
de heridas,
de cicatrices.
Vivir,
respirar el aire dulzón
de la madrugada,
y esperar,
que sin demora,
comience
                el
                     des
                          cen
                                so.
                                      Sustituimos el litio por rutinas, por caminos equivocados repletos de trampas -evidentes- en las que caemos adormecidos. La sociedad se torna máscara de cera, hierática, y frente a frente tratamos de devolver una mirada vacía a un amor inexistente. Insensibles vagamos por los días grises, bostezando en las saturnales /punk donde nos consolamos los esclavos, y entretenidos miramos hacia abajo, al abismo, por el que caen a plomo jirones enteros de humanidad, nos asimos a cuerdas raídas para no acompañar en su descenso a los parias, y nos enorgullecemos con el conformismo dogmático que adorna nuestra foto en el currículum. Es apología ácrata, pero estoy cansado, recuerdo cuando huíamos de los cánones estipulados...

...éramos felices

al no encontrar

la manera de sintonizar

los bioritmos

con la emisión estandarizada

de felicidad

made in Spain.

Los seres únicos aparecen en escena, y cubriendo su perfección con gusto, sonríen, nunca comprenderán el poder de la poesía, único recurso capaz de limpiar el vertedero que esconde los escombros del ego.

Y a veces, un grito sin sentido, un rugido que nace desde la génesis del alma, me recuerda quienes fuimos. Y me asfixio después de la explosión de rabia, de la incontinencia sonora que da forma al conjunto de mis frustraciones, y busco, entre la gente, entre amigos, entre familiares, busco un sólo segundo de conexión, una partícula común.

Y no pretendo ser un incomprendido

en un mundo imperfecto,

no, porque conozco

el sufrimiento ajeno,

y sé,

que detrás de toda fachada

existe

un mundo

acorde a las circunstancias.