martes, 5 de febrero de 2013

Duermevela


Cada noche,
en el instante anterior al sueño,
en un soplo de duermevela
semi -consciente,  
afronto las circunstancias del día
y hago balance.
Escudriño la parte
más vieja del instinto
y busco respuestas
a los devenires cotidianos,
a las experiencias superadas,
a las que están por superar,
a  las que jamás superaré.

Muchas de esas noches duermo
con los problemas,
y en sueños
el mundo se destruye,
y se erige en torno a mí
un cosmos nuevo,
una naturaleza nueva,
una casa , una ciudad, un barrio…
                                                …nuevos.

Desde los cimientos se crean las estructuras,
los muros se mueven y buscan
entre calles apenas esbozadas
un terreno donde encajar.

De pronto todo es magnífico,
un extraño universo por descubrir
donde un instante expira emocionado
al presenciar el nacimiento del siguiente.

Y soy feliz,
y soy importante,
y siento en mi interior el fuego
confortable de la vanidad,
y me digo sonriente,
te quiero, hermano.

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