domingo, 3 de febrero de 2013




Se vistió de negro inmaculado,
forzando una sonrisa
entornando los ojos,
hirvió un poco de agua en silencio.

Las burbujas respetaban
el callado pacto.

Una bolsa de Earl Grey, sacarina
y un chorrito de ron antillano.

Palpando el mobiliario
acopló el culo en el viejo sillón,
abandonando el peso
del cuerpo sobre la mesa.

Bebió despacio, sintiendo la mezcla
como lava fermentada,
ulcerando su boca.

Salió a la calle envuelto
en la cenicienta atmósfera
y bailó...

...bailó para las palomas,
bailó para los murciélagos, para las ratas
y los gatos bailó,
y fueron sus giros lástima, 
y sus lágrimas
torrentes de ciencia ficción.

Y la confortable oscuridad de la noche
fue amante vestida de luto,
las estrellas balas de plata,
los charcos, sucios océanos
de tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario