jueves, 27 de junio de 2013

Sala de espera

Siento esa rabia que seca los ojos,
que hace que escuezan.

Espero en una sala, no hay ventanas,
el tiempo parece ajeno en su interior,
personas entran y salen,
miro a las chicas, guapas, delgadas,
escondo el rostro tras el libro electrónico,
avergonzado, al imaginar desde fuera
el patético suceder de la escena.

Espero en una sala sobre fondo blanco,
sentado en un ajado sillón de polipiel,
huele a gasolina y un tipo me mira,
devuelvo la mirada curioso y comprendo
el punto de vista ajeno
en situaciones paralelas.

Y es triste, tan triste
que hace que los ojos escuezan,
se parece a la rabia que siento
viendo como se pierde el tiempo
en la sala de espera.

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