han ganado
al final los poderosos nos han convertido en ratas,
ratas aleladas que caminan
por el gran vertedero que es hoy Madrid.
Es el problema de tener como alcaldesa
a la perfecta pija borderline
una aprendiz de Kirchner
con aspiraciones a Jacqueline Kennedy,
enchufada incompetente por la que nadie ha votado
y que se pasea por el mundo sin ser consciente
de la vergüenza ajena que entre sus paisanos despierta.
Hubiera sido mejor elegir a una tostadora
al menos en noches frías calienta.
Hay quien dice que tenemos lo que merecemos,
no estoy de acuerdo,
no hay en toda la capital tanto hijo de puta
como para merecer que nos gobierne
un tubérculo con permanente.
Y como soy rata en la ciudad de los gatos
me desubico y sueño que llegará un día,
cercano,
en el que las ratas, rabiosas,
mordamos la herida infecta que necrosa Madrid,
y de cero,
como antaño,
resurjan movimientos, locales, galerías,
y de la mierda brote la flor de loto.
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