- de amor mal entendido-
en un reino sin princesas ni castillos,
un hostelero capeaba los días dormitando
en bosques de cemento y ladrillo
dejando la euforia del ser
para las noches laboriosas.
En el jardín verde de la alegría
quiso el destino cruzar su mirada
con la de una tierna Dama.
El joven se acercó
con el alma envuelta para regalo,
y le susurró al oído:
-Búscame la respuesta a la eterna pregunta y seré tuyo.
¿Qué hace al hombre poeta y luego bestia,
qué hace a la mujer creadora y después embustera,
qué incendia las noches y apaga la vida?
¿Qué es el amor? amada mía.
La Dama no obtuvo respuesta,
solo una evidencia,
el fuerte olor a cerveza
y la imagen de seis hijos
colgando de sus carnes marchitas…
Justo final para un cuento disléxico.
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