jueves, 17 de julio de 2014

Mar en calma

Despierto, me tenso,
sudoroso me aferro al húmedo colchón 
y aprieto los ojos ahogando la sal 
que desbroza mis pupilas. 

La sangre es espesa y detiene su cauce, 
un hilo de oro rasga 
la costra del inmenso vacío,
mientras, 
concentro las energías 
en menguar, 
las arrugas de las sábanas                             
son dunas de níveas trazas, 
resisto el puñal del tiempo 
y en posición fetal consumo 
la consciencia 
en píldoras de 10 mg. 

La etérea arena del blanco desierto me ahoga 
y no hay estelas doradas ni tambores lejanos a los que atender,
soy la ridícula intersección del olvido y el aburrimiento,
minimizado en el interior de un mar  en calma.
                                  
                                  

2 comentarios:

  1. Se me hizo un maremoto I :), qué bueno es pasearse por aquí, abrazo, Luna.-

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  2. Lo bueno es leer un comentario como el tuyo Luna.

    Gracias por tu paso, un abrazo.

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