jueves, 20 de noviembre de 2014

Depredadores



Cierra los ojos,
baldea la mente,
vacíala de recuerdos, de emociones,
conjetura el mayor espanto,
la más execrable alucinación,
la muerte más brutal,
el escenario más degradante,
no empobrezcas,
esgrime todos tus recursos,
sé cruel,
fanatiza circunstancias,
-festejos de sangre y vísceras,
violaciones sistemáticas,
angustias, torturas, desgarro emocional-
cualquier adición de ingredientes
que conduzcan al sacrificio. 

No inventarás nada.

Alguien, en alguna parte, 
lo llevó a la práctica.

¿Somos herederos de algún dios?

Tal vez nos apadrinara,
mas por nuestras venas transita
la ponzoña de Satanás,
hecho a nuestra imagen y semejanza.

Tan oscuros y peligrosos,
tal salvajes y crueles
que quiso el destino que habitáramos
un planeta apartado, perdido,
sin posibilidad de contacto con otras especies.

Somos los parias del Universo,
la realidad palpable de la infamia.

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