lunes, 1 de febrero de 2021

 Mañana será pronto ayer....


No necesito más amor,

no necesito caricias, no necesito besos,

no necesito más que aire para respirar

y agua fresca.


Y en la mañana multicolor,

como abejas plateadas que danzan,

asumo las penitencias de cada cultura

y ahorro millones de lágrimas

al infinito,

en tu nombre...


No, no necesito más miel caribeña,

me sostiene el dulce anhelo de flotar

ingrávido

sobre los trazos grisáceos

y los negros montículos.


La cara oculta de la luna es un solar

lleno de corazones rotos,

me olvidé de la verdad,

me olvidé de la verdad a los 40,

no importa, sigo acelerando,

buscando con cada giro el mural definitivo,

gruñendo a las palomas desde el trono

dorado

que me regalaron aquellas cucarachas.


No hago más que pensar en tu forma de mirar,

en tus pechos menudos,

en el humedal que se filtra por tus dedos,

y en el susurro fantasma

desconectado, olvidado.


Hoy, soy un mundo en pausa,

un cúmulo de ideas destrozadas

que se muerden, que se arañan,

un cerebro limitado en hibernación

que busca un sólo momento,

un momento que vive en coma,

tatuando hilos de plata envueltos

en mil gritos de electroshock.


Invoco a todas las moscas,

que caigan en violenta invasión

sobre los párpados rojizos

de los deseos,

ya que en este mundo absurdo

tú y yo somos gotas de mares

distintos,

con el mismo grado de salinidad.


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