El temblor de manos
muta en cosquilleo.
En lo recóndito del alma,
en lo más lóbrego del corazón,
anhelamos el sufrimiento,
la angustia de buscarnos.
Resurrección: evidencias
Los crepúsculos son silencios,
las madrugadas destierro,
los recuerdos aullidos
sucios de nostalgia.
Resurrección: sueños.
Viajantes en la bruma,
inquisidores formales,
transformados,
extraños,
adversarios oníricos
en luchas desveladas.
Resurrección: final.
Somos arenas
de distintos desiertos,
asidos por las fauces
de la cruel
ciudad.
Cautivos casuales
del antagonismo voraz.
En lo recóndito del alma,
en lo más lóbrego del corazón,
anhelamos el sufrimiento,
la angustia de buscarnos.
Resurrección: evidencias
Los crepúsculos son silencios,
las madrugadas destierro,
los recuerdos aullidos
sucios de nostalgia.
Resurrección: sueños.
Viajantes en la bruma,
inquisidores formales,
transformados,
extraños,
adversarios oníricos
en luchas desveladas.
Resurrección: final.
Somos arenas
de distintos desiertos,
asidos por las fauces
de la cruel
ciudad.
Cautivos casuales
del antagonismo voraz.
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