Todos duermen en la torres, los zumbidos aéreos disminuyeron,
la noche es fría, siempre es fría, hace años...
Al cielo se alzan las montañas de chatarra,
son pirámides disléxicas
que alzan lanzas afiladas hacia las estrellas,
en su interior el útero protector es la caja
de un furgón oxidado,
y envuelto en mantas viejas
sorbo los fideos con sabor a pato,
el día siempre llega, el muy hijo de puta.
Conecto el portátil,
las sombras abrazan el mundo, lo aprietan,
lo desencajan...
...traduzco los trazos,
repaso el proceso en la pantalla,
y como una langosta que se cuece
lentamente
observo el color blancuzco de mi rostro.
Hoy se ve Marte, leo en las noticias,
pequeño y rojizo muestra su quietud
en el frío nítido de octubre,
no tilila, no sonríe, es un reflejo del futuro
que se muestra sin complejos,
idiotas de nosotros que no comprendemos
la insondable profundidad de su lamento.
Noche, fría noche de luna llena,
el arquero eclipsado apunta al horizonte con su flecha,
no advierte la presencia del último de los buenos,
no le importa el nombre de la hormiga reina,
aún así , en el silencio melancólico de las estrellas,
resuenan los gemidos eróticos
de las gatas en celo.
Madrid es una selva
devorada por ríos de alquitrán
que fluyen desde los cuatro puntos cardinales,
y en medio, con los ojos en blanco
y las bragas ensangrentadas
abraza a los muertos la pereza.
Me refugio en mi pequeño pedazo de nada,
entre tomos y grapas que se cuartean,
y admiro la complejidad de una salida de sol
desde un alma en peligro de extinción...
… pasó la noche,
se suicidaron los fantasmas,
sucios traidores que me acunaban
en noches de espejos helados...
…¿Qué soy sin vosotros?
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