viernes, 10 de julio de 2020



Hoy habrás visto el mismo atardecer...

Por extrañas circunstancias
y extraña fortuna
un viento anómalo te trajo a mí,
como te trajo te hizo partir,
lo intuí en el hacer de tus ojos.
Desde entonces sigo sediento.

Con la mirada puesta en el presente
apenas me sentía esclavo,
¿recuerdas cómo te suplicaba?
la perfección no existe, me repetías,
y ahora,
sabiendo que la existencia
no conlleva una finalidad
apenas me siento libre.

Debemos saber el mundo en el que vivimos,
y mi mundo hoy se desvanece
con el humo denso...

... ambos sabemos que la indiferencia
genera indiferencia,
igual que el perro
engendra al perro,
y ahora soy en dos mitades
el mismo hombre de antes,
no obstante
aún no estoy preparado,
lo haré cuando deje de pensar,
de sentir.

Todavía es de día, y sin embargo,
el cielo se cubre de tinieblas.
Que al menos durante las horas
de oscuridad,
goce de sosiego mi mente.

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