martes, 4 de enero de 2022

Hoy, viernes,
nadie me escucha.

A sabiendas de la apatía,
de la pasividad generalizada,
autogenerada, degenerativa...

...me siento más libre.

Rebusco en los rincones asimétricos
de este alma de AliExpress
el recuerdo exacto, la escena
variable a través de las conciencias,
y prometo ser el único portador
de la sagrada luz,
y como un sacerdote de barro
transito las veredas bajo el
aguacero,
dejando un sucio rastro de mierda
que se esparce y se alza al viento
huracanado.

Es mi esencia,
y como tal, la mutilo,
decorando con retales de mentiras
los balcones de las avenidas
con las que sueño,
y me adentro en la casa que cierra
el pueblo,
para ver cómo se deshace,
para ver cómo se amontonan
toneladas de escombros,
que se retuercen hacia el cielo
formando falanges de cemento.

Hoy, orgulloso sodomizador de Hyde
propongo que los ángeles
invadan el planeta,
-viernesnegro-
y devoren con sus colmillos de jade
los restos de la tormenta...

...que alcen el vuelo mientras esparcen
los pedazos ensangrentados
de la civilización.

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